En 1970, en el marco de la Exposición del Confort Humano realizada en la Rural, el ex campeón argentino de Mecánica Nacional Fuerza Libre Clemar Bucci, presentó el Dogo SS 2000.

Considerado en su momento como el auto fuera de serie mas avanzado del país, se trataba de un Gran Turismo con motor central y carrocería realizada en plástico reforzado montada sobre un bastidor de viga central única en forma de cajón con cuadernas delantera y trasera de similar construcción. Estaba realizado en chapa de 1,5 mm agujereada para reducir el peso del vehículo. La construcción se realizó en el taller que Bucci poseía en Munro y contó con la participación de su hermano Rolando y un grupo de colaboradores, quienes en 5 meses dieron vida al prototipo.

Como era común en ese tiempo, se utilizaban elementos provistos por la industria terminal nacional que se acondicionaban para la exigencia deportiva. En este caso se utilizó un impulsor de Peugeot 404 elevándose la cilindrada a dos litros. Estaba construido con camisas centrifugadas y contaba con pistones especiales de tres aros cada uno. La caja de transmisión era de Porsche 911, pero se ofrecían otras cinco alternativas de transmisión. Los frenos eran a discos en las cuatro ruedas. La carrocería estaba construida en una sola pieza de 4 mm. de espesor y su avanzado diseño respondía a las tendencias europeas de la época con una aguzada forma de cuña y trazos marcadamente rectilíneos con paneles lisos y planos. El parabrisas de gran inclinación y superficie estaba montado en el mismo plano que la trompa acentuando la agresividad del perfil. El techo era también plano y detrás de él nacía una luneta envolvente de gran visibilidad que se extendía casi hasta llegar a la cola truncada. El frontal contaba con una grilla de acero y cuatro proyectores rectangulares. La cola presentaba dos grupos ópticos con cuatro luces cada uno de disposición horizontal. La gran novedad de la carrocería era la apertura de sus puertas del tipo alas de gaviota. Los detalles de diseño estaban presentes en la pedalera colgante y en las llantas de aleación liviana de cinco rayos que montabas neumáticos Pirelli SB. El interior era confortable incluía completo instrumental de origen Peugeot y ofrecía una amplia visibilidad sin puntos ciegos.

El Dogo estaba pensado para una producción mensual de tres unidades y sus constructores pensaban presentar una versión Sport Prototipo que incorporaría importantes mejoras como un motor de doble árbol de levas, compresor e inyección de combustible.

Fuente: www.auto-historia.com.ar

 

Museo Bucci | Más de 100 Años de historia automovilística | Zenón Pereyra – Santa Fé – Argentina