El Domingo 19 de octubre de 2014 abrió sus puertas el Museo Bucci en la localidad de Zenón Pereyra, Provincia de Santa Fe.

En esta localidad del Departamento de Castellanos, hace unos 100 años comenzó la historia de los Bucci y su pasión por las máquinas y los autos, cuando el entonces joven Domingo Bucci  -nacido en 1894 en San Carlos Centro-, regresando de Italia comenzaba a causar asombro piloteando un avión Bleriot, por el cielo de su Santa Fe.

Algunos años después nacerían en Zenón Pereyra sus dos hijos, Roland y Clemar, que continuarían la historia automotriz de la familia.

El Museo Bucci funciona en un amplio local que fuera un almacén de ramos generales de finales del siglo XIX. En él se exhiben una réplica de aquel avión construida en la Universidad de La Plata, y los autos que la familia conserva como testimonio de su quehacer automovilístico. Allí están el Hudson Bucci de Domingo, el Cadillac 16 C de Clemar, el Mercedes Benz 300 SL Panamericana, los Mercedes 300 SLR 1955 de la Mille Miglia, el Dogo, y el Bucci Special 2013, presentado este último en el Salón Internacional del Automóvil de Buenos Aires en 2013.

La apertura fue precedida por el arribo a la localidad de la competencia que desde el día previo, se desarrolló por cerca de 20 pueblos y ciudades de la región, y que se denominó “300 Millas de Santa Fe, por los caminos de Domingo Bucci”.

Participaron del acto inagural diferentes autoridades y representantes de entidades vinculadas al automovilismo,  y de las fuerzas vivas de la localidad, destacándose el vicegobernador de Santa Fe Jorge Henn, el Secretario de Turismo de la provincia Martín Bulos, el senador provincial Alcides Calvo y el presidente comunal anfitrión, Sergio Toledo;  junto a un nutrido público que desde distintas localidades se acercó a recibir a los corredores y celebrar la apertura del museo.

El museo es administrado por la Fundación Museo Bucci, cuyo presidente es Pablo Bucci, sobrino nieto de Clemar, y nieto de Roland.  En un clima de enorme alegría, Pablo fue el encargado, junto al presidente Comunal, de cortar las cintas y compartir unas emotivas y entusiastas palabras. Y luego, en un multitudinario almuerzo, entregar los premios a los ganadores de la competencia de regularidad.